No te rompas, no te esfuerces, de nada sirve dar el alma y soltar lágrimas, ahora que todo se ha diluído
Sentir el deseo de tu piel
desnudándome con tu mirada
Resulta, mi pétrea ilusión, que son vanas tus jactancias de pretender que me derrito por ti … tus vociferaciones descuidadas “Ese? Ahhh ese se muere por mi ….” Que te han oído decir múltiples veces en múltiples lugares, donde casualmente yo nunca estoy …
No necesito recorrer largas distancias
nadar contra corrientes espantosas,
Hoy te encontré sencillamente distinta, no más bella ni más mía …distinta, como que aquella frase de mi madre “de vez en cuando, es bueno extrañarse un poco …” cobrara todo su valor y sentido.
En días de carencias, muchas inusuales,
que son más duras que ausencias de besos,
entra la nostalgia de complicidad ...
En 1944, el Dictador Maximiliano Hernández Martínez, después de la emancipación de todo el pueblo salvadoreño, con huelgas de brazos caídos, levantamientos públicos, verdaderas manifestaciones populares, entendió, que El Salvador ya no lo quería más como Jefe de Estado, que ya se había cansado del “brujo de las aguas azules”, por lo que después de aferrarse al poder … renunció en un comunicado y se despidió con esta frase …
Una semana … me escribió, una especie de nota de ultimátum … una semana y ni siquiera un día más, ni una palabra más … es lo que me da de tiempo … para rescatar nuestro amor.
Un virus que ataca algas verdes (ojo, dije algas, no nalgas … no sea tan xxx, aparte donde las va a encontrar verdes ?), es el mismo que nos ataca a seres humanos a nivel cerebral y nos deja parcialmente idiotas … a algunos, quitándole lo “parcialmente”.