Tú eres la gloria deseada
lo bello, intangible, distante
tú eres mi sueño presente
Yo soy tu portero suplente ...
Él es quien te abraza y te besa
la eterna presencia constante
Él es tu pasión inclemente
Yo soy tu portero suplente.
Yo lleno tu vida de flores
de historias de nunca olvidarte
Yo lleno de sueños mi mente
pero sigo siendo tu portero suplente.
El quita tu ropa furioso
te afloja vestido y tirantes
Él es quien conmueve tu vientre
yo soy tu portero suplente.
Él te ama y se vuelve rutina
porque sabe que siempre lo esperas anhelante
yo que diera por tan solo acariciarte
pero sigo siendo tu portero alternante ...
Hasta que un día en el cielo estallan tormentas
entonces corres a mi consejo
reparo todo dolor, toda lágrima,
para que a sus brazos regreses
y tu no reparas en mi
poco a poco se consumen horas, días y meses
y ante tu indiferencia constante
sigo siendo tu portero suplente.
Yo recojo migajas de ternura
Una palabra, llamada, un instante
mientras tu te entregas a Él totalmente
Y te aguardo... soy tu portero suplente.
Pero un día habrá de ser
que tus ojos puedan despertar
Y aquel que siempre fue tu portero suplente
se convertirá en portero titular ...
Te consideras un ser humano útil? Estás convencido de que sos la última Coca Cola del desierto? Estás preparado/a para sobrevivir ante un Apocalipsis Zombie, por ejemplo? Te creés el/la Gallegos de la clase política, que mete la mano, la pata pero siempre cae parado? Estás preparado/a para leer 50 cosas que si o si debes saber para no ser considerado mononeuronal inservible?
Se va haciendo necesario con el rumbo que va tomando el país, donde todos prometen y nadie cumple, ir buscando la manera de hacerse el loco. O sea, una serie de ítems y situaciones que nos tocan cotidianamente, incómodas, de las que no sabemos zafarnos …y hay que zafarse!
“El condenado a muerte, que va a ser ejecutado un día lunes, que ante la horca exclama “¡Vaya manera de empezar la semana!” hace un acto de humor porque no se enfrenta a la realidad ni al dolor sino que se rebela ante él. (Sigmund Freud)