En días de carencias, muchas inusuales,
que son más duras que ausencias de besos,
entra la nostalgia de complicidad ...
esa de tipo miradas diciéndonos todo
en medio de una multitud,
seduciendome al extremo en un solo gesto..
que desordenaba mi esquema , .
Hoy acude a mí la nostalgia incomprensible,
de aquello que solo tú y yo entendimos,
complicidad de palabra hecha deseo,
complicidad de deseo convertida en pasión,
complicidad de encanto vuelto realidad,
magia inmensa de placer,
fantasía única que daba vida ,
a la sonrisa pícara que provocaba
el cosquilleo de tu respiración
desnudando mi cuerpo lento como solo tu
pudiste hacerlo, mi cómplice inolvidable,
entra de madrugada así la nostalgia de
la complicidad de tu palabra unida a la mia,
justo en el momento donde éramos uno solo,,
prendidos piel a piel, siguiendo letra por letra
una sola palabra...
Donde fuimos dos cómplices , condenados a ser sueño,
cómplices entre líneas que desordenan la absurda realidad,
para volar en la inmensidad de esta pasión propia
de dos cómplices silenciosos,
pero constantes,
distantes pero encontrandonos en la oscuridad
no de vacios sino de excesos de sueños perfectos,
donde tus manos complices unicas , saben llevarme
para entrar en tu encanto de hecho mi fantasia,
irrepetible, irremplazable, inconfesable
pero totalmente fascinante.
tu nombre refleja hoy la nostalgia de complicidad,
de nuestra complicidad, guardada más allá del tiempo
en la piel.
Muchos de los mejores mitos comienzan con una premisa simple: en algún lugar, muy lejos, hay una sociedad muy diferente a la nuestra.
Si Jesús volviera a casa, su casa, su tierra natal, el día de hoy, descubriría que su origen Nazareno, torna compleja su posición. Digamos si quiere recorrer la Franja de Gaza, víctima de ataques, tomas de rehenes, muertes civiles sin sentido y avances rugientes de infantería ….
Te miro mirándome
y tú sabes perfectamente bien
que miro que me miras cuando te miro.