Es como un imán difícil de explicar, ves una ventana, semi abierta, o que permita una rendija de visibilidad de su interior … uno se acerca ,,, y fisgonea … todos somos "chutes",
No te sofoques López, no me provoques, aprendiz de palitroque, cerebro de bodoque, sin filtros y sin retoques, Rey Midas de disloque convertirás en caca todo lo que toques ...
La penúltima vez que salí disparado de un cañón fue cuando Ofelia se mandó a mudar con Maxi, nuestro hijo y me dejó. Harta, cansada de tanta pobreza, para siempre.
Claro, en invierno (ojo, cuando bajan las temperaturas, no cuando llueve, no seamos tan sapos) o para ser más específicos, en nuestro diciembre frío todo cambia … los hombres duermen bajo cero y las mujeres bajo cinco … cobijas de las gruesas, hay que abrigarse !
Tenía 21 años de edad, cuando con mi grupo de amigos nos fuimos a pasar unas vacaciones a la playa. Íbamos con el Gordo Chute, Gonzalo y el Fer, en el carro de este último.
Sonia siempre llevaba en su carro a sus tres amigas, compañeras del equipo de Volleyball y las dejaba a cada una en su casa. Esto ocurría desde hacía dos años. Una rutina perfecta que les servía a las cuatro para conversar un rato más después del entrenamiento.