El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso de quien se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sin sentido y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar …

En que cabeza cabe dejarme solo?
En que cabeza cabe dejarme así?



Por dura que suene la frase, siempre he sido de la idea, que a estas democracias nuestras, “latinoamericamente imperfectas”, de vez en cuando les cae bien, un dictador …pero ojo ! Al estilo Lucio Quinto Cincinato.

Recuerdo ese día era el que más esperaba con ansias una alegría me embargaba todo el cuerpo, era un adiós a las tareas, exámenes y demás compromisos que como estudiante era la única responsabilidad que tenía, en fin tres largos meses para descansar, haraganear, jugar.

Antes de estas elecciones del 1 de marzo que se avecinan, todos sabíamos que nuestra democracia estaba en pañales … después de los debates, vemos que estábamos equivocados … todavía está desnuda.