Hoy te encontré sencillamente distinta, no más bella ni más mía …distinta, como que aquella frase de mi madre “de vez en cuando, es bueno extrañarse un poco …” cobrara todo su valor y sentido.
Distinta, radiante, tal como si la ausencia y las distancias, aniquiladoras de recuerdos y otras instancias, te diesen nuevos bríos, brillos, resplandores y atardeceres a tus ojos, que sentí que hasta me miraban diferente, a pesar de que no he dejado de ser yo tú, y tu mi yo.
Y las ausencias convocan a presencias y proximidades, de piel, de labios, de besos y cuerpos, a gastárselos todos, a comerse a besos … y hacer el amor, hacer el amor hasta reventar si es posible … porque eso, eso es vida.
Sabés que sería lindo?
Subirse a un automóvil cualquiera, a velocidad vertiginosa, imprecisa, así como los de Casa Presidencial que manejan como si fueran los dueños del país y atropellan gente a diario, desde las épocas de aquellas caravanas de la muerte … y quitando toda la parte sangrienta, que los enamorados no somos esa clase de gente, huir, escapar de todo este cúmulo de alambres, cemento y mierda que es esta ciudad y encontrar un refugio, cualquiera, en medio de una montaña, o en una playa escondida, ocultos …
Alejarnos los dos de la mirada de todos los demás y regodearme en esas formas femeninas, que son las tuyas, las de siempre, las tan amadas y deseadas que hoy encontré sencillamente … distintas, y renovar los votos de amor, con una cabaña, un colchón, y un par de aves silvestres como testigos …
escapar
huir
porque la nostalgia existe y deja huella
y hacer el amor… hacer el amor hasta reventar si es posible
… porque eso, eso es vida.
Un día observando por la ventana notó varias estructuras de hierro en color rojo y blanco, parecieran árboles multiplicándose a corta distancia, es una invasión de estructuras de metal muy altas; le pareció extraño, ahora dichas estructuras se combinaban con el paisaje o mejor dicho pasaban a formar parte del paisaje pero de una manera rápida e impuesta, no se adaptaban a las normas de proyección de la ciudad, aparecían y crecían a diario, las estructuras se adaptaban con el cotidiano vivir de las personas.
Isabel Garza (25 años de edad, latina, maestra y ex reina de belleza de McAllen, Texas) asistió en abril de 1960 a la Iglesia del Sagrado Corazón de su localidad ...