
Yo era un grano de arena, cualquiera, uno tan solo, entre los millardos de granos de arena de una playa de las múltiples playas del planeta.
Debo ser sincero
ya no te esperaba …
Aunque no he descolgado tus retratos
Ni he guardado tus fotos
como es fácil darte cuenta …

Escribir, por ejemplo, que mi cuerpo arde en el recuerdo de tu boca descubriendo rincones oscuros de mi piel. Excitarme con el susurro tórrido de tu voz a mi oído. Sentir el espasmo con el choque de tu pelvis desnuda en los poros húmedos de mi piel.

Al cambiar la página
la escena se desvanece
se pierde
se disuelve...
La vida es así, la repuesta adecuada siempre tarda siglos en llegar, es impuntual, entonces nos retorcemos el cerebelo diciendo …”por qué demonios no respondí esto en el momento en el que ella me dijo aquello ?”

Te miro mirándome
y tú sabes perfectamente bien
que miro que me miras cuando te miro.

Todo el mundo me pregunta …”Chele, que ondas con esto de el clima en nuestro país? Estamos locos? De pronto llueve como loco en mi casa, se me inundan los canales y llego a mi oficina, aquí nomás en el centro … y el sol radiante!”
Digamos, supongamos, imaginemos que un día de estos usted amaneció con la idea de desafiar un reto supremo: como por ejemplo, escalar el Everest (digo imaginemos porque para eso se necesita pisto y unas cuantas libras menos de panza ….).

Los seres humanos tendemos a ser bastante estúpidos … todos, pero sabemos disimular, por naturaleza tenemos algo de estupidez que siempre nos acompaña allí donde vayamos. Es algo que siempre nos hace actuar de una determinada forma a sabiendas de que no es así, o lo que vamos a decir no tiene ni pie ni sentidos, pero a pesar de eso, lo hacemos y nos quedamos tranquilos con esa sonrisa bobalicona, tan nuestra, que trata de tapar la tontería cometida .