

Conversaban la niña y un señor muy anciano en un cuarto del hospital, ahí estaba postrado en una cama un hombre, tenía un tubo que salía de su boca éste le ayudaba a respirar, otros tubos de plástico salían de su brazo derecho el cual le inyectaba un suero intravenoso, un aparato registraba su ritmo cardiaco y otro aparato los demás signos vitales; la niña le dijo al anciano:

Lunes, miércoles y viernes voy a correr una hora, religiosamente. El hábito del deporte no ha sido una dificultad nunca en mi fluctuante vida deportiva, pero si un día, no corro por algún motivo, entro en una decadencia inmanejable de irregularidades que acaban con quince libras de más …
Jamás he sido partidario, y más bien combato, las famosas teorías de conspiración, como Historiador, siempre prefiero el techo medido en términos absolutos, visto objetivamente y nunca, subjetivamente, o sea sacando conclusiones, producto de especulaciones propias …..