
Sé que dices “oro” y te refieres a la 1ª persona del presente indicativo singular de orar, o sea que vas a orar por mí, por mi salvación …pero mi salvación a mí me importa cuatro cuernos, me doy por perdido …

Hace tiempo mujer, que te miro a través de mi catalejo de desfantasías...
Dime que sí puedo
Que seré feliz
El Papa Francisco nos pegó un jalón de orejas … “tratemos de vivir una Navidad menos mundana”.

Existe un lugar donde existo
morada donde no moro
habitación que no habito
donde no soy
donde no vivo
lugar en el que
a fuerza de convocar la corriente
de la memoria
naufrago en el río del olvido.

Si no me hubiera reventado la cabeza contra aquella puerta de vidrio, 17 puntadas, una cicatriz que medio me tapo con el pelo, tal vez nunca hubiera aprendido a caminar viendo para adelante.

No te puedes ir aun, aun no me has hecho el amor por tercera vez, aun no me besas la boca a lo loco y casi nunca es la boca sabes, es el alma, es la mejilla, es la mirada, es decirte mi nombre y que me digas el tuyo cuando estas adentro de mi.

Olvidarte mujer, es más difícil que meter un dragón en un frasquito…
Olvidarte es más difícil que cantarle una canción de cuna a un elefante bebé … a puros gritos…


A diferencia de la mayoría de las personas que entienden idiomas pero no los hablan, a mí me sucede al revés con el portugués, que lo hablo pero no lo entiendo.