Sopla un viento del este
en tu mejilla oeste
y borra las lágrimas que no te mereces
El caso de siempre
tu corazón sangrando
una vez más …
Ahora después de vencer el tiempo, ahora que los deseos renacen en mi piel te beso y te siento...
Te beso y me pierdo en tu beso, ese irrepetible, inconfundible que no precisa de antesalas para borrar los silencios.
Tuve a Dios, y tuve fortaleza para desafiar al diablo, tuve un hogar y éste era remanso de descanso de mi ser exhausto reposando sobre tus rodillas, tuve canciones y tuve poesía, tuve verdades y tuve mentiras, tuve sueños y tuve desvelos, tuve problemas y siempre tuve soluciones, tuve la sabiduría que emanaba de tus palabras, la calma que emanaba de tus manos, y la guía que emanaba de tu ejemplo… es tan solo parte de todo lo que tuve mientras te tuve…
Moriré de un cáncer terminal
un día lunes por la mañana
tal vez en el asalto a una sucursal
por una bala equivocada
Los tontos enamorados… habrá algo en este mundo más patético? No habrá algún enamorado que escape a la atrofia de los sentidos que suele acompañar al simple hecho de estar enamorado?
Es exactamente lo que un hombre como yo
no necesita
la negación de mis afirmaciones
el “nunca jamás” de las condiciones
de mi madre:
Johnny Acetileno, entonces, se dedicó a seguir probando su puntería …
El origen más aceptado, se remonta al siglo pasado, resulta que allá por 1956, se publicó un libro infantil, llamado “Madeline and the Bad Hat”, escrito por Ludwig Bemelmans, la historia narra acerca de Madeline y un nuevo vecino, el embajador de España, que se muda a la par de su casa … con un hijo llamado Pepito.
“Mirá Natalia, vos sabes como soy yo, que me conocés desde años de estar trabajando aquí en esta oficina de Gobierno, hemos visto pasar lotes de jefes, desde el finado Duarte que era una amabilidad de hombre, aunque le dijeran loco …