
Creo que las noches frías traen consigo caricias de melancolía, que el masoquismo es una prueba de amor sincero, que no hay propuestas decentes en una mirada indecorosa, que el olvido es una excusa que no existe. Creo en el dialecto de las miradas, en los poetas sin musas, en los “para siempre” aunque siempre terminen. Creo que las manos tienen su lenguaje en las caricias, que la luz roja del semáforo está diseñada exclusivamente para besar a la persona que amamos, que no hay abrazo de despedida que no se lleven un poquito de uno.

Los tontos enamorados… habrá algo en este mundo más patético? No habrá algún enamorado que escape a la atrofia de los sentidos que suele acompañar al simple hecho de estar enamorado?
Es exactamente lo que un hombre como yo
no necesita
la negación de mis afirmaciones
el “nunca jamás” de las condiciones
de mi madre:

Con el pasar de los años nos vamos dando cuenta de la inminente verdad, sobre como nacimos originales y moriremos siendo copias, lo digo porque recuerdo que hace algunos años acompañé a mi padre a nuestro coloso (Estadio Cuscatlán).

(Ojo ..a diferencia de muchos otros, todo es verídico en este post).
Tenía yo 12 o 13 años, recién llegado a la hermana República de Honduras, colegio nuevo, compañeros nuevos, pollo comprado total y para sacarme del estupor un profesor pasando lista:
- Adolf Hitler Rosales !
- Presente, profe …

el: te querés casar conmigo??
ella: si!!

Nunca fui yo
o demasiado yo
siempre fui otros

Mientras al pueblo salvadoreño le recortan los subsidios de gas y agua, estamos a días del vencimiento de un importante pago a la Banca Internacional, el vencimiento es este 7 de octubre, y caeríamos en impago (default) por primera vez desde febrero de 1932, cuando bajo el mando férreo de Maximiliano Hernández Martínez, se dijo “no pagamos hasta que bajen los intereses”.

Enchibolado Conrado entre recibos pendientes, planillas, chequeras y expedientes, todo de la economía doméstica, tomando la decisión de tin marín de do pingüé para ver a quien no se le paga, y si se le paga …a quien ...
Mi nombre es Horacio, 30 años, soltero, soy partidario ferviente de que cada quien adore al Dios que le dé la gana, aunque les advierto a todos, que no pierdan su tiempo, porque el único Dios verdadero es el mío …