“Remember el Alamo” la frase resuena aun, cada vez que se trata de reivindicar la posición de un latino en USA ante el atropello de parte de un oriundo Anglosajón tratando de menospreciar su valor ... recuerden El Álamo!
A inicio de los setentas, yo era pianista de un bar, Rita era la mesera, era un bar pequeño, lo suficientemente grande para que mi piano se escuchara pero demasiado pequeño para los sueños de Rita…
El juez determinó que yo no era tan peligroso como para permanecer en prisión mientras duraba la investigación sobre el asesinato de Noelia, no me permitieron regresar a mi domicilio, pero me otorgaron un certificado de libertad condicional, a condición de quedar bajo la custodia de mi abogado el doctor Cabral.
Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …
John Lennon, solía crear sus canciones en una zona llamada Mendips, ubicada en el 251 de la Avenida Menlove. John Lennon tenía capacidades “económicas” levemente superiores a las de los otros tres genios de Liverpool, pero una existencia miserable en cuanto a su estructura familiar.