Querido Baldomero:
Perdóname si no te he escrito antes, pero debo de serte sincero, no he tenido mucho ánimo de tomar el lapicero y hacerte llegar nuevas mías, porque de hecho no hay nuevas…

Estoy pensando seriamente, porque me hace mal, porque me duele, porque me obligas a usar máscaras, y aparecer sonriente, digo ..estoy pensando seriamente dejar de quererte.


Las heridas del alma, son cicatrices que las actitudes del mundo … van dejando en nuestra sensibilidad, no sé, puede ser que eso le pasara a la niña que pintaba corazones en los muros.

Siempre era igual, la misma cantarinela al comenzar el año escolar, todos los alumnos mal portados, buscapleitos, lenguas largas, mechas cortas, ladronzuelos rapaces … iban a parar a la clase de Seño´ Probidad.

Por más cruel que sea la distancia
por más fuerte que se vuelva la ausencia,
Por irreversible que parezca el camino,
aquí estoy pensando una vez más en ti.