Querido Baldomero:
Perdóname si no te he escrito antes, pero debo de serte sincero, no he tenido mucho ánimo de tomar el lapicero y hacerte llegar nuevas mías, porque de hecho no hay nuevas…

Estoy pensando seriamente, porque me hace mal, porque me duele, porque me obligas a usar máscaras, y aparecer sonriente, digo ..estoy pensando seriamente dejar de quererte.


Ok, al fin conseguiste trabajo, mañana empezás … que buena onda!! Tu esposa está contenta sobre todo porque ya no te va a tener que financiar las “birras” del fin de semana, va a haber un pistillo extra en casa.