(Para nuestros “queridos y eficientes empleados de Gobierno”, ojo, no todos, pero “varios algunos”.)
Ernesto la vio de lejos, tomando un café, sola … Ernesto tenía algo de tiempo, y la actitud de ella, sola en el Coffee Cup, denotaba una de dos: o esperaba a alguien, o no esperaba a nadie y ese nadie podía ser él.
El estudiantado de los setentas, en toda América Latina, estaba en ebullición, era revolucionario por imitación y en pocos casos por convicción, prueba de ello es que pocos de sus líderes pasaron a planos mayores.
Por increíble que parezca, el latinoamericano moderno promedio dedica más horas a su trabajo que el campesino medieval promedio.Si bien muchas personas se sienten presionadas a trabajar muchas horas, incluso las víctimas más afectadas por la “economìa de presión por resultados” pueden asumir que al menos no trabajan tan duro como un campesino medieval.
El encanto es cuando lo extraño
cuando recuerdo el toque ideal
de tu boca perdiendo la mía
Si pasara una vez, cada de vez en cuando, sería una maravilla, pero no es así, es el diario trajinar de nosotros salvadoreños, en la capital de nuestro país.