Hay un lugar donde nunca, donde nunca fui, donde siempre estoy, donde sueño llegar pero nunca voy …
Ahhhhh malpensados ! Mentes cochambrosas, ustedes creían que esto se iba a tratar de que alguien se dedicaba a impúdicamente a poner sus dedos sobre ciertas representantes del sexo femenino de muy buen ver ?
Dejémonos de ondas, si vemos las cosas, tal cual son, y si analizamos aún más, la situación de nuestro país, este efímero paso entre nacimiento y muerte, al cual llamamos vida, no es más que un buen mascón de fútbol.
Así como arrevesados, transcurren los días en esta capital, y más arrevesados aun en el país entero, arrevesada también, es la propia historia capitalina, y para agregarle un puñado de frijoles más al caldo, las historia de sus festejos patronales …
… se vale llorar, que llorar también es de hombres. De hombres, mujeres, niños y niñas que lloraron el domingo en el Sergio Torres, unos por los gases lacrimógenos, otros por que entendían que una ilusión se había roto … parcialmente.
- Ay Hija! Se nos murió Don Venancio ...el de la tiendita, tan buena gente, siempre nos fiaba ... ayudame con el vestido blanco que voy a pasar por la vela ....- dijo la acongojada y voluminosa Doña Milagro del Ziper.