Dejémonos de ondas, por mucho que uno crezca, “madure” y diga o pretenda que nuestras fechas de cumpleaños “ya a estas alturas nos resultan indiferentes”, siempre, desde la semana anterior, la noche antes, uno tiene las arañitas en la panza que avisan que el modo “expectativa” para la fecha está alerta.
Como querés que te quiera si no tenés derecho siquiera a caminar seguro por la acera?
Yo soy, orgullosamente …. Telenofóbico, o sea me defino como un ser humano con un persistente, anormal e injustificado miedo (miedo?) a los teléfonos.
“Es algo así como ver porno japonés
nadie sabe de qué hablan
pero todos saben de qué trata”
(Filósofo Usuluteco anónimo).
No, no es que me haya equivocado de refrán, es simple, triste y contundente, en nuestro país el que a hierro mata… cuchillo de palo.
La diferencia es muy sencilla de distinguir, los borrachos de popularidad, necesitan tener su legión de aplaudidores, así como lo velorios antiguos tenían sus plañideras, o sea aquellas señoras a las que pagaban, simplemente por llorar, aun sin conocer al difunto … es igual