
No importa mujer, que el vendaval del mundo te distraiga de tus sentimientos y aparezca un momento de olvido, en el cual las palabras de amor suelen no surgir o si lo hacen, parecen vacías y sin sentido ...
...en esos casos, simplemente déjame la carga del amor a mi… yo nos amo.
Y cuando las tribulaciones del mundo, que a veces gira en contrasentido, hagan mella sobre nuestra tranquilidad y si miro tus ojos los encuentro vacíos, si los dinosaurios del tiempo nos aplastan con su peso inexorable, y nos deshacen de tal manera que no podamos decir tan solo una palabra de cariño, no te preocupes, deja sobre mis hombros la tarea de querernos… yo nos amo.
Cuando la fatiga, esa serpiente malsana, devoradora de ánimos se cruce en tu camino y al hacer suyo tu camino, suceda que al encontrar tu mirada con la mía, no encontremos un tan solo vestigio, escombro, o residuo de amor, y el momento de verte se convierta en un momento de relleno, un momento mezquino, quítate de encima la preocupación de decirme te quiero… yo nos amo.
Yo nos amo, y esto equivale a decir muchísimas cosas, como por ejemplo, que tengo la capacidad de querernos a los dos cuando sea necesario, que tengo un archivo de sentimiento en mi corazón tan grande como para que las reservas salgan a flote cuando la situación sea imperante, que en momentos que este siglo te abrume y no encuentres salida, siempre vas a encontrar mi mano fiel, solidaria y sólida, en medio de las tinieblas de la nada, para aferrarte muy firmemente a ella…
Yo nos amo, y esto incluye que tengo el suficiente amor para ambos, cuando el tuyo tambalee…
Pero yo nos amo, también implica expresamente, que me fascinaría algún día escucharte hablar, que me fascinaría algún día escucharte a ti decir, “yo nos amo también”, porque esos días de tinieblas, dudas, máscaras, dinosaurios y siglos aplastantes pueden sucederme también a mí, habitante de este planeta, en una madrugada de estas, y puede que también la serpiente de la fatiga me desvíe, y me borren el cariño y las palabras de amor pasen a segundo término…
Entonces, será urgente, imperante, necesario…
Escucharte a tí también decir…
Yo nos amo.
Había construido una fortaleza en su casa, un muro perimetral de hierro con cemento la cercaba, arriba de éste alambre de púas electrificado para contener a alguien con la intención de robar, puso el mejor sistema de seguridad con video cámaras incluidas.
Entré a la oficina de Hacienda, de las Tres Torres, con una carta. Se la mostré a una de las empleadas. Ella me dio los timbres y con una sonrisa llamativa me dijo a quien debía entregársela. Sonreía muy bonito … le correspondí también con una sonrisa y ella entonces me repitió a que oficina debía ir, pero no me moví ….

Te debo un tonel de explicaciones, mi hijo…