(Para nuestros “queridos y eficientes empleados de Gobierno”, ojo, no todos, pero “varios algunos”.)
Ernesto la vio de lejos, tomando un café, sola … Ernesto tenía algo de tiempo, y la actitud de ella, sola en el Coffee Cup, denotaba una de dos: o esperaba a alguien, o no esperaba a nadie y ese nadie podía ser él.
El estudiantado de los setentas, en toda América Latina, estaba en ebullición, era revolucionario por imitación y en pocos casos por convicción, prueba de ello es que pocos de sus líderes pasaron a planos mayores.
El refrán popular, denomina a aquellas fiestas, donde los invitados arrasaron con todo, la comida, la bebida, los manteles, los centros de mesa, los delantales de los cocineros y de paso le tocaron las nalgas a un par de meseras …
(Ariel, joven de dieciocho años, solo en su casa, sus padres vuelven hasta el jueves, ordena, limpia, con mucho ahínco, todo, menos su habitación, se le nota ansioso)
La creación del Segundo Triunvirato en Roma tenía varias “ocultas intenciones” una de ellas, el Senado quería deshacerse de Octaviano, el heredero más poderoso de César, aliarlo con su rival Marco Antonio, y Marco Lépido, quería deshacerse del mote de “tonto” que tenía en Roma.