Pasé gran parte de mis años bisoños de música, radio y comunicaciones, con una frase, muletilla a flor de labio: “Yo tengo muchos defectos musicales, pero el peor de ellos, es que me fascina Prince”.
Ella no era ni fea ni linda, sino más bien todo lo contrario …
“El agua no se le niega ni a los presos” – decía un buen amigo, cada vez que alguien le pedía en su casa, un vaso de agua, o cuando nos dedicábamos al buceo, una botellita de agua.
Más allá de todos los discursos triunfalistas, estadísticas chafas, diferentes versiones, dinero mal gastado, hay dos cosas muy ciertas:
Claro, ahora nos toca agarrar los colores nuestros, de firpenses, ante los tres últimos sucesos y hacer el mea culpa …
“Dios... – me dije – este es el inicio del verdadero infierno.” Noche del 24 de marzo de 1980, cuando por teléfono me comunicaron el asesinato de Monseñor.