Lo que pasa es que la culpa la tienen las rockolas, nos mintieron …
Cierto que casi no existen ya, pero re contra ametrallaban con aquello de “Dicen que los hombres no deben llorar, por una mujer que ha tratado mal …” que cantaba un tal King Clave y aparte de diez mil paradigmas herencia de las sociedades patriarcales machistas del siglo pasado … nos vendieron una realidad cambiada.
Pobrecito paisito el nuestro, donde gente mata gente por encargos de $ 50. 00 pero nadie nunca tiene la culpa de nada, donde no hay un centavo ni partido por la mitad en ninguna parte, pero todos jugamos a la eterna “presumidera” de apariencias .. aparentando, ostentando, hablando
…cosas que no somos
…cosas que no tenemos.
La noche brillaba con todo su esplendor, abajo, las luces de la ciudad iluminan caminos desiertos que pareciera por un momento que dan al mismo sitio, un par de sombras invaden las aceras. Arriba, las estrellas titiritan quizás de frío. Los Domingos tienen la magia de terminar demasiado pronto. Esta conversación se lleva acabo detrás de las paredes de una casa en particular.
Es complicado, y más se complica cuando personeros del Gobierno tratan de explicar cómo se aplica la “contribución especial”. Viniendo de personas que son incapaces de mear contra el muro sin mojarse los zapatos, nos proponemos ayudar con estas fórmulas:
El escandalete del futbolista de la selección alemana Kevin Grosskreutz, orinando en una columna del hotel donde se alojaba su equipo, el Borussia Dormund, después de perder la Copa Alemana, lo que casi le cuesta que lo saquen del combinado teutón, reaviva una vieja polémica.
“Me deprimo, primo …” me balbuceaste al cel, y yo que soy tu primo, tu amigo, vine tan pronto como pude. Calma, Alma.