Mientras el profesor de marras nos restregaba la papeleta de examen de nuestro hijo con un hermoso 1.8 de calificación, o sea recontra reprobado, y con peligro de perder el año, me preguntaba … donde había volado el coeficiente intelectual de mi hijo en los últimos dos años ?
Vamos a darnos prisa, lentamente ... con calma, porque estamos apurados, así como la famosa frase de el Quijote, que paradójicamente nunca fue escrita por Miguel de Cervantes que dice ... "Vísteme despacio Sancho, que estoy apurado" ... así lentamente ... porque urge.
Es como en un “Big Brother” concebido en la más febril fantasía de George Orwell, los salvadoreños somos vigilados, espiados, señalados, apuñalada nuestra privacidad a diario y sistemáticamente.
Usted puede pensar que las personas que se encuentran en la cima de la sociedad gracias a la lotería aleatoria de Nacimientos Reales son extremadamente afortunadas. En el caso de algunos reyes y reinas, eso es cierto … pero estas personas apenas lograron salir por la puerta!
La sociedad, la nuestra, está enferma, no de muerte, pero enferma; la mayoría de las personas jóvenes y no tan jóvenes con las que he hablado últimamente parecen haber renunciado a la vida.
Nos pasamos desde nuestras pre púberes e inocentes, cándidas infancias, recibiendo escarmiento tras escarmiento al respecto … eso no se toca!