A pesar de que Hollywood y Netflix tiene esa manía de vendernos historias torcidas o retorcidas para llegarle a su público, donde mueren constantemente los astronautas ya sea porque quedan separados de su nave espacial y perdidos en el espacio o devorados por aliens …y hay gente que le discute a uno y te dicen "vea la película!"
Esta cuestión de la “inminente” llegada de la vacuna COVID-19 a nuestro país ( lo de inminente tal como se lee, hay 43 países que ya están vacunando, sin ir más lejos Costa Rica), plantea una serie de dimes y diretes, que ya que estamos, basados en documentos vamos aclarando …
“Nadie sabe lo que sufrimos los que nos vamos al espacio, hay mucho ruido y cohetes, pero mientras nuestros cuerpos se elevan a oh! Tan crispadas elevaciones, quedan en Tierra nuestros corazones” … así comienza a borronear previo a su vuelo a Ganímedes nuestro astronauta Apolo Apulo ….
Y la controversia va más allá del hecho que separadamente, dos inventores hayan presentado independientemente en las oficinas de patentes de los USA, el mismo invento (el teléfono) a la misma hora con distintos husos horarios, abarca toda la rumorología (para que vean que no solo en El Salvador somos adictos al chambre) que acarrea el suceso.
“Es algo así como ver porno japonés
nadie sabe de qué hablan
pero todos saben de qué trata”
(Filósofo Usuluteco anónimo).
Para establecer los parangones que me llevan a resolver este dilema, en El Salvador, donde todos somos réplica de alguien, en el que King Flyp es una especie de Eminem local , La Choly es el Howard Stern salvadoreño, Atlético Marte es la versión nacional del Manchester United y Omar Angulo es el Bob Dylan cuscatleco, para la mayoría de la gente yo vengo a ser una suerte de Hugh Hefner usuluteco.