Vea, Don Profe… y disculpe usted que lo llame así y no Presidente de la República de El Salvador, como compete a su investidura, pero es que el título último ha estado en tan malas manos los últimos años, que hasta insulto podría parecer … y no sé, se me ocurre que para lo que le quiero decir, es más fraternal llamarlo “Profe”.
Yo soy un amante de la femineidad, o sea, de todos aquellos rasgos, gestos, voces, actitudes, que hacen de la mujer, mujer…. Esos rasgos están presentes en todas las mujeres, desde la más bella hasta la menos agraciada, y me encanta…como hombre me encanta.
A veces me pongo a pensar mujer, que en mi vida tú no fuiste más que un Zeppelín.
Digo, por las circunstancias, pasadas y actuales, un zeppelín, de los que antes pasaban por sobre las ciudades y toda la gente salía a mirar, y que si hoy pasaran, también todos saldríamos a ver ... un zeppelín ... raros, escasos, pocos, infortunados o llenos de fortuna, no se ...
Esa es la principal característica de las pilas. Que son como el papel higiénico, las toallas sanitarias, o como la paciencia de las madres; solamente nos acordamos de ellas cuando se acaban y no tenemos ninguna a la mano. Tú estás escuchando tu walkman lleno de felicidad y de repente Justin Bieber se convierte en la Just In and not Sober: se oye cantando como borracho de cuneta.
Cuando un fulano no sabe cómo explicar que las cosas no salieron como debían salir o como él dijo que iban a suceder, suele justificarse con la deplorable frase “lo que pasa es que, en este tema, dos más dos no siempre es cuatro … puede ser cinco”. Una zafada clásica.
Resulta que el gran profesor Dietrich Buxtehude, aceptó a Johann S. Bach como discípulo, pero le puso como condición, casarse con su hija Margreta. Mucho era el amor de Bach por el órgano y mucha su admiración por el profe … pero la tal Margreta era una solterona sin perspectiva de casarse … tenía ya 30 años !