Miren esa cara, esa ferocidad, esa cara de asesino .. si es él, Pep el perro que asesinó al gato de la esposa del Gobernador Gifford Pinchot, el único caso conocido de un perro que fue enviado a prisión !
Aunque parezca absurdo, es cierto, sea locura o no, Pep fue enviado a prisión por orden expresa del Gobernador y esta foto marca su ingreso, el 12 de agosto de 1924, ahí fue fichado con el código C-2559.
Su acusación: matar al gato de la Sra. Pinchot, la esposa del Gobernador.
Sin embargo, la historia que cuenta el hijo del Gobernador es diferente, Pep, fue un regalo hecho al Gobernador ese mismo año por un sobrino. Toda la familia acuerpó a Pep, en buena onda y el perro demostró ser cariñoso y jueguetón … tal vez demasiado.
Pep, al entrar ya a casa del Gobernador, desarrolló una obsesión, morder y destrozar cojines, no hubo cojín que quedara sano, y eso hablaba muy mal de la casa de Gobierno de Pennsylvania, así que el Gobernador, que no podía echar a la calle al perro, ocupó sus poderes para meterlo preso, sentencia: cadena perpetua.
La condena necesitaba un atenuante, por cual razón ? Ahí fue que surgió el causal, por asesinar al gato de la Sra. Pinchot.
Pep entró a la cárcel y fue muy querido tanto por custodios, prisioneros y autoridades del penal, murió una década después, ya de viejo y fue enterrado en el mismo Eastern State Penitenciary of Pennsylvania.
“Lo más impactante de la historia de Pep – reveló el hijo del Gobernador – es que mi madre jamás tuvo un gato”.
Es compleja la comprensión de la “bendita frase”, cuando la URSS de Stalin, fue aliada de Occidente mientras hacía tratos “bajo la mesa” con la Alemania Nazi y fue considerada la “salvadora” dela WWII, al tomar Berlìn por el Este en abril de 1945 …
Imaginen ustedes que el fútbol hubiera quedado exactamente igual, a como los ingleses, que se apropiaron del juego que practicaban los chinos, mientras construían su ferrocarril, lo reglamentaron en el Freemason´s Tavern el 26 de octubre de 1863 … se darían, hoy día, jugadas … inquietantes !
No existe
para sumergirte en él