Le pregunté a la noche por tí y no me daba referencia, le di todas las referencias tuyas por si te encontraba, Al encontrarte solo le dije que te dijera que hay alguien que pregunta por tí que te recuerda a mares y que llora a océanos tu ausencia.
Para hacer “esas cosas” (llamaremos así “esas cosas” a lo que comúnmente denominamos como …. eh …. “esas cosas”), los salvadoreños ocupamos una serie de locaciones físicas, estacionarias o ambulatorias.
Ahora bien, en la búsqueda del lugar perfecto, déjeme decirle que las playas son muy similares a los parques en muchos aspectos. En los funcionales son iguales, en eso no hay diferencias, esas hay que buscarlas en otras cosas. Un aspecto diferenciador entre la playa y el parque es que para poder ir a la playa es necesario un medio de transporte. Para llegar a un parque solo tenemos que caminar un ratito y pedirle a San Pancracio de las Guamas Cargadas que no nos roben en el camino …
Hey, ustedes se acuerdan de la primera vez? . Seguro que sí, seguro que como a mi les ha quedado un recuerdo imborrable.
La verdadera historia detrás de Winnie the Pooh, uno de los personajes más queridos de la historia de la literatura infantil, cobra vida en el hecho de afirmar que Christopher Robin, en efecto existió, que tuvo una infancia compleja en tiempos de guerra, que creó su mundo imaginario, y que su padre, famoso escritor, fue quien sacó usufructo de ello.
“Murió haciendo señas y nadie lo entendió…”
(Magaldi y Pesce letra del tango “El Penado 14”).