El palo del sacudidor que Eulalia, sirvienta salvadoreña en Texas, menea mientras mueve su frondosa osamenta al ritmo de “La gozadera”, pega con el florero lleno de cardos, que no cae porque se detiene en la esfinge a escala de la Estatua de Libertad que al caer, tuerce el retrato del honorable Archibald Duster Jr. Fundador de la familia cuya barba de chivo queda orientada al suroeste.
He perdido mi virginidad cibernética, parece que fue ayer cuando, en un afán de hacer nuevos amigos y descubrir eso de las nuevas tecnologías, solté mi primera frase en una red:
Recapitulo, tenés cinco chats privados o dizque privados, porque no hay nada en WhatsApp que no se sepa, divulgue y cualquier joven en edades masturbaticias te hackee a diario ….para después extorsionarte o hacerlo público.
Si los alumnos de Comunicaciones no logran comunicarse, qué podemos esperar de los demás? Poco … o peor que poco … nada.
Ayer comenzábamos en este blog, un tema ligeramente procaz, pero totalmente real y parte de un negocio, que obviamente, en nuestro país, ya no se anuncia de esta manera por aquello de las extorsiones y de que le reconozcan la voz a Robertillo D´Aubuisson pidiendo alguno de estos servicios por teléfono, pero siguen existiendo .. (en otros periódicos como Clarín de Argentina, Tiempo y Espectador de Colombia, El Heraldo de Honduras, Reforma y El Universal en México, etc etc) y son sumamente ocurrentes.
“Estas cosas limítrofes siempre acarrean problemas “, reflexionaba el Sr. Embajador, rodeado por sus colaboradores, abogados y leguleyos ... siempre traen problemas ...