El sonido de las lágrimas que vierte Laura Arrosamena en Murcia, España es provocado por la noticia que le acaban de dar, el cáncer de su madre es irreversible, terminal y letal.

Semáforo rojo. Se junta gente que quiere cruzar, uno a cada lado de la Juan Pablo II. Enfrente también. El semáforo demora. A excepción hecha de los buseros, los semáforos les valen chonga y a los policías también les vale chonga que a los buseros les valga chonga …. Comienza a llover
El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso del amor que se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sintiéndolas y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar ...

Equilíbrame tú que me conoces bien
que sabes cada detalle
de mi corazón y mi piel ...
Por si las moscas … salimos en defensa del famoso insecto, antes que por aquellas bobadas de la vida, por no tener la boca cerrada … no vaya a ser que nos terminemos tragando una.
Tus pies son mi suicidio…
recorrer tu estructura desde ahí.

Ojos postizos, rojizos, ojerizos, con el alcohol y el humo fronterizos, lentes de contacto debajo de esos falsos rizos, nada queda de lo que Dios hizo, ayer color mestizo, hoy rubia cenizo, quien es el autor intelectual de semejante crimen?… hay que denunciar a quien lo hizo.

Si me dices que escriba lo que quiero…
Quiero seducirte con el beso del deseo,
Quiero que me estremezcas con tus ganas,

Lluvia tropical maldita y bendita, según la época y la óptica, palabras esdrújulas con poco en común.
A saber, si llueve lindo y parejo, sin exageraciones, los campos son una fiesta y un espantapájaros para la sequía nuestra de cada día. Si llueve poco y sin ganas es una maldición para la siembra y para el termostato, porque el vapor de agua que se condensa después, vuelve la ciudad irrespirable.