Esta es la carta de amor muy tierna, personal de un zapatero español, venido a nuestras tierras como fichaje estrella como volante ofensivo, gran número 10, que al final resultó un paquete (como todos) y sin trabajo ni pasaje de vuelta, se quedó con un changarro de venta y reparación de calzado en el Mercado …
Alguna vez, aquel niño alemán al que le fascinaba tocar el violín, fue reprendido por su padre, "si no mejoras tus notas de matemáticas y física, te quedará prohibido seguir ejecutando el violín".
La Historia comienza en los días de la República de Weimar, cuando la industria farmacéutica de Alemania estaba en auge (el país era un exportador líder tanto de opiáceos, como la morfina, como de la cocaína) y las drogas estaban disponibles en cada esquina.
Samuel, veterano albañil, maestro de obras, agarró un muy buen trabajo, el 50% de anticipo para realizar todo el cambio de un piso cerámico y repello de un muro en un edificio de clínicas de un Doctor, amigo de un amigo de un amigo que lo recomendó.
“Te paras al borde del abismo y ves al pueblo vecino, enfrente, en el cerro que se empina entre tus ojos, subiendo entre nubes bajas y neblinas altas: adivinas los ires y venires de su gente, sus oficios, sus destinos. Sabes que en la línea recta está muy cerca. “ - le dijo Don Almàcigo.
Así como arrevesados, transcurren los días en esta capital, y más arrevesados aun en el país entero, arrevesada también, es la propia historia capitalina, y para agregarle un puñado de frijoles más al caldo, las historia de sus festejos patronales …