Cuatro siglos atrás la pluma de Cervantes nos describía al “Caballero de la triste figura” un quijote obsesionado por novelas de caballería que se dirigía a su amada, en tierras de La Mancha de la siguiente manera: "Soberana y alta señora... amada enemiga mía...".
Mis hijos, de vacaciones y dedicados al ocio, con sobredosis de TV (Grande Cerati !), al llegar a casa, tarde en la noche y agotado, me reciben con la pregunta …
Resulta que el gran profesor Dietrich Buxtehude, aceptó a Johann S. Bach como discípulo, pero le puso como condición, casarse con su hija Margreta. Mucho era el amor de Bach por el órgano y mucha su admiración por el profe … pero la tal Margreta era una solterona sin perspectiva de casarse … tenía ya 30 años !
Desde Romeo y Juliette hasta Heathcliff y Cathy, pasando por Richard Gere y Julia Roberts en “Preety woman”, todos disfrutan de una historia de amor prohibida.
“En tiempos de crisis”, dijo Winston Churchill, “los mitos tienen una importancia histórica”. El ex primer ministro británico tenía razón al decir que los mitos pueden inspirar a los soldados a tener coraje en el campo de batalla, a pesar de las abrumadoras probabilidades de muerte.
Sin embargo, algunos mitos se han contado durante tanto tiempo que casi todo el mundo piensa que son ciertos.
“Nadie sabe lo que sufrimos los que nos vamos al espacio, hay mucho ruido y cohetes, pero mientras nuestros cuerpos se elevan a oh! Tan crispadas elevaciones, quedan en Tierra nuestros corazones” … así comienza a borronear previo a su vuelo a Ganímedes nuestro astronauta Apolo Apulo ….