Fue esa época cuando la Sociedad Mundial de las Naciones ya no nos aguantó más, ya nos habían advertido una vez … “si siguen con esas chanchadas, corrupción generalizada, a la papa la papa …, megáfonos, inseguridad, escándalos y cortinas de humo se me van mucho … fuera del planeta”.
Aquel instante, del 16 de julio de 1950, cuando Alcides Ghiggia, con el marcador Brasil 1 Uruguay 1, clavó en el ángulo derecho el gol para subir el marcador a 2 para los celestes y pocos minutos después, consagrar a Uruguay campeón del mundo por segunda vez …
La historia es completa y absolutamente cierta. Le agrego nombres y circunstancias, pero es real de cabo a rabo.
Según el informe 2015 de la UNODC (Oficina Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) nuestro país es el tercer país puente para el acarreo mundial de cocaína y efedrina y Centroamérica, el área de máxima expansión para cultivo de opio..
Quedamos en reunirnos con un viejo compañero de la primaria que no veía desde los años ochenta, el “Gordo” Peláez, del que tuve noticias a través de una red social. Nos citamos en un bar, nos palmeamos con cariño falso, pedimos unas cervezas.