Él era un hombre sencillo llamado Sebastián, si nos ponemos a revisar las estadísticas no pasaba de ser un número más … bah! como lo somos todos.
Se despertó muy rápido el sonido de una alarma la había sorprendido, estiró los brazos y un bostezo prolongado salió de su boca, con el brazo izquierdo estirado sintió algo duro a la par suya, palpó con la mano hasta tocarlo de nuevo, se dio vuelta y dijo:
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Es lo mejor que nos podría pasar .. pensalo, ahorraríamos mucho dinero, no tengo que ir a traer y dejarte a tu casa, porque ya dormirías conmigo, capeamos las trabazones y el dinero que ahorramos sería para la boda – le decía a mi novia, ya de 3 años de relación tratando de persuadirla a venirse a probar dormir conmigo un par de noches.
Un compendioso y muy profesional estudio de la Universidad de Bullshit, de la cual me precio de poseer un post grado, de tan prestigioso centro educativo tengo diploma, medallas, seminarios, talleres (bueno eso los hice en la 29, allá por San Miguelito).
Te nombro Madre y hablo de amor, pero te nombro Madre Salvadoreña y hablo de innumerables formas de amar, que van más allá del amor infinito de una madre a sus hijos.