Olvidarte mujer, es más difícil que meter un dragón en un frasquito…
Olvidarte es más difícil que cantarle una canción de cuna a un elefante bebé … a puros gritos…
Dejémonos de ondas, por mucho que uno crezca, “madure” y diga o pretenda que nuestras fechas de cumpleaños “ya a estas alturas nos resultan indiferentes”, siempre, desde la semana anterior, la noche antes, uno tiene las arañitas en la panza que avisan que el modo “expectativa” para la fecha está alerta.
Como querés que te quiera si no tenés derecho siquiera a caminar seguro por la acera?
La verdadera historia detrás de Winnie the Pooh, uno de los personajes más queridos de la historia de la literatura infantil, cobra vida en el hecho de afirmar que Christopher Robin, en efecto existió, que tuvo una infancia compleja en tiempos de guerra, que creó su mundo imaginario, y que su padre, famoso escritor, fue quien sacó usufructo de ello.
Era un grupo pequeño, los mismos de siempre, eternos afectados por el parangón obsesivo compulsivo de tener poder, acaparar poder … dinero, riquezas, mujeres …
Un virus que ataca algas verdes (ojo, dije algas, no nalgas … no sea tan xxx, aparte donde las va a encontrar verdes ?), es el mismo que nos ataca a seres humanos a nivel cerebral y nos deja parcialmente idiotas … a algunos, quitándole lo “parcialmente”.