“No les estoy pidiendo que me regalen dinero … les pido que me pongan donde haya”- el popular chascarrillo en foros políticos, no deja de encerrar un manto de verdad.
Preety interesting … dirían los gringos, usted, estimado amigo o amiga que se pavonea de haber aprendido sistemas binarios en bachillerato, y por eso estar en la disponibilidad de “crackear” el código de cualquier software o programa web … recuerde que usted estudió bachillerato en 1978, cuando todavía existía Earth, Wind and Fire y no existía una computadora en dos mil kilómetros a la redonda …
Digamos, supongamos, imaginemos que un día de estos usted amaneció con la idea de desafiar un reto supremo: como por ejemplo, escalar el Everest (digo imaginemos porque para eso se necesita pisto y unas cuantas libras menos de panza ….).
Desde un inicio, las tarjetas de crédito ..(si !! ese instrumento de tortura), no se fabricaban en plástico … podían ser tokens, monedas de metal con sellos de quien expedía la tarjeta, fibra, papel, hasta que aparecieron las primeras “tarjetas de crédito de plástico” que damos por entendido, es el verdadero nacimiento de este elemento de destrucción de la economía doméstica salvadoreña.

“Nunca serás Miss Universo
Te falta busto, te sobra cerebro
No me importa que no salgas en portadas de revistas
si a la hora del amor
sigues siendo tú misma” (Pienso en ti de los pies a la nariz. Rucks Parker).
