Dormime sopa de pitos
dame paja Barajas …
vendeme alharaca “chupuste” de caca
tramate un amaño … cerebro de chupacaños
Si me van a acusar de loco, derechito al manicero mejor ! Nunca he sido persona de ir al psiquiatra. A la fecha, había logrado el precario equilibrio de mi cerebro con lo que tengo a mano: en una época cambiaba de novia semanalmente como James Bond; en otra, tomaba una que otra anfetamina, como Funes, y quedé incapaz de amarrarme los zapatos; en una, no muy lejana, abusaba de los Doritos, como doña Milagro Navas.
“Se impuso a los clubes la obligación de tener centros de rendimiento: profesores de fútbol, entrenadores juveniles y mejores condiciones, y el que no las tenía, no obtenía la licencia ni en Primera ni en Segunda División”. ( Jürgen Klopp, ex entrenador Borussia Dortmund).
Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.
Puede estar bien para algunos …pero no está bien para mí, cuando cada vez que abres el portón quienes salen corriendo a la calle son tu perro y la persona que amas …