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(Investigación dedicada con respeto a la afición del FAS, la que incluye a mi esposa Tania y mi hija Adriana).
Muchas veces, he hablado con amigos, fanáticos del FAS, con quienes siempre íbamos al Quiteño, a pelearnos en los FAS – Firpo, a ver quién gritaba más fuerte, y si Firpo ganaba en Santa Ana (cosa que hicimos varias veces).
Quemaste con tu calor cada poro de mi piel,
en la que tatuaste con besos interminables
tu nombre en mis deseos...
Ok, al fin conseguiste trabajo, mañana empezás … que buena onda!! Tu esposa está contenta sobre todo porque ya no te va a tener que financiar las “birras” del fin de semana, va a haber un pistillo extra en casa.
Desde el inicio de los tiempos, los seres humanos hemos ido “al baño”, incluso cuando “baño” significaba “allí, detrás de un piedra”. Si bien el proceso de evacuación no ha cambiado mucho (todavía cada dos por tres toca ir detrás de una piedra) a lo largo de los años, el proceso inmediatamente posterior (o sea la limpieza del excremento … que bonita palabra para dedicarle a alguien!) sí.
Han vuelto a bocas de todos, bocas de inodoro y bocas de pétalo, las malas palabras … las palabras soeces de siempre, se pueden oír en labios de un funcionario, un locutor radial, un adinerado cuando a través de su banco se quiere quedar con tu dinero y el ratero cuando a través de una amenaza se quiere quedar con tu celular …
En una de las escenas del cine que pasa a la posteridad, hace 41 años, un muy joven Robert de Niro encarna a un taxista, que poco a poco va perdiendo su control emocional … él se pregunta, repite frente al espejo y en soledad:
© Daniel Rucks 2024