Remontándonos a la era cavernícola, tal vez aquella época, de pterodáctilos, tiranosaurios Rex, y elección de pareja con jalón de mechas incluido, era sumamente más romántica que la actual …
… estaríamos muchísimo más jodidos de lo que de hecho ya estamos, con estas campañas políticas de “pego y devuelvo” pero carente de propuestas, de “sos igual que Funes” y “devuelvan lo robado” pero nadie devuelve nada … y aunque lo hicieran, sería solo para que se lo robaran otra vez …
Resulta que Alicia, persiguiendo al conejo, cae en un enorme pozo, un pozo, sin fin, no era un pozo mágico no .. era un bache de los que tiene la Santa Eduviges y todo Soya … bah todo el país , y cayó en un charco si … pero no era el charco de sus lágrimas, era el Acelhuate, un hilito de agua contaminada, y no habían conejos con relojes corriendo de un lado a otro, habían chuchos flacos, sin dueño y sin collar … Alicia había caído, no en el País de las Maravillas, sino en el Reino de Valetodo.
Ya dejé de ser yo
para pasar a ser nadie …
En todas estas cuestiones de amores, y amores eran lo de antes … podemos con mucha licencia, echar un vistazo a una de las historias de amor más grandes de la mitología griega, leerla y volver a ver nuestra realidad … hoy.
Los años 30´s y un par de décadas que le siguen, se caracterizaron, en América Latina, por el surgimiento casi simultáneo (aunque no planificado, según ha podido probarse) de gobiernos duros, férreos, dictadores de extracción militar, un poco para alinear el crecimiento de los países en cuestión en materia económica y de planificación urbana …