Duele, como pocas cosas duelen en la existencia … podemos reventarnos el cráneo buscando culpables y vamos a encontrar quinientos … pero diluir las culpas entre quinientos, una vez más, deja ningún culpable y múltiples incertidumbres.
La mesa futbolera se juntaba los jueves, entre otras cosas, era el día ideal, había permiso de salir con los amigotes, y no interfería por si había fecha entre semana, o sea miércoles, para ir a ver los partidos al estadio.
"Lo fusiló", "lo ajustició", "lo aplastó", "fue un misilazo a la portería", "cuerpo a cuerpo", "la Batalla del departamento de Santa Ana" (así los oí llamar al Metapán – FAS), "gladiadores", "lo vapuleó en la refriega", "velan sus armas", y por supuesto, estamos hablando de fútbol.
Si exceptuamos la cama, todo ha mejorado en este mundo. Antes cocinábamos la sopa haciendo fuego con leña, ahora metemos el tazón directamente al microondas …
El palo del sacudidor que Eulalia, sirvienta salvadoreña en Texas, menea mientras mueve su frondosa osamenta al ritmo de “La gozadera”, pega con el florero lleno de cardos, que no cae porque se detiene en la esfinge a escala de la Estatua de Libertad que al caer, tuerce el retrato del honorable Archibald Duster Jr. Fundador de la familia cuya barba de chivo queda orientada al suroeste.
Tus pies son mi suicidio…
recorrer tu estructura desde ahí.