Dormime sopa de pitos
dame paja Barajas …
vendeme alharaca “chupuste” de caca
tramate un amaño … cerebro de chupacaños
Si me van a acusar de loco, derechito al manicero mejor ! Nunca he sido persona de ir al psiquiatra. A la fecha, había logrado el precario equilibrio de mi cerebro con lo que tengo a mano: en una época cambiaba de novia semanalmente como James Bond; en otra, tomaba una que otra anfetamina, como Funes, y quedé incapaz de amarrarme los zapatos; en una, no muy lejana, abusaba de los Doritos, como doña Milagro Navas.
“Se impuso a los clubes la obligación de tener centros de rendimiento: profesores de fútbol, entrenadores juveniles y mejores condiciones, y el que no las tenía, no obtenía la licencia ni en Primera ni en Segunda División”. ( Jürgen Klopp, ex entrenador Borussia Dortmund).
Siglos antes, muchos siglos antes, la barba era símbolo de sabiduría y nobleza, y siglos después, más acá de allá, es símbolo de desaseo y falta de nobleza, y más tarde volvió a serlo de elegancia. y después pasó de moda y sólo los extravagantes la usaron y después los hippies rescataron la barba y el pelo largo. Hoy, no tenemos la más mínima idea de que demonios es símbolo la barba.
Leticio vivía desde hacía diez años con su esposa, a la que amaba con la misma intensidad que el primer día, o quizás todavía más, y con su suegra … a la que aborrecía también con la misma intensidad con la que la había venido aborreciendo todos esos años, o incluso más.