“Me deprimo, primo …” me balbuceaste al cel, y yo que soy tu primo, tu amigo, vine tan pronto como pude. Calma, Alma.
El escandalete del futbolista de la selección alemana Kevin Grosskreutz, orinando en una columna del hotel donde se alojaba su equipo, el Borussia Dormund, después de perder la Copa Alemana, lo que casi le cuesta que lo saquen del combinado teutón, reaviva una vieja polémica.
Querida Amparo del Recurso:
Perderme es mi camino y encontrarme entre tus besos parece que es mi destino. Vuelvo siempre en busca de ti,