Cuatro siglos atrás la pluma de Cervantes nos describía al “Caballero de la triste figura” un quijote obsesionado por novelas de caballería que se dirigía a su amada, en tierras de La Mancha de la siguiente manera: "Soberana y alta señora... amada enemiga mía...".
Mis hijos, de vacaciones y dedicados al ocio, con sobredosis de TV (Grande Cerati !), al llegar a casa, tarde en la noche y agotado, me reciben con la pregunta …
Resulta que el gran profesor Dietrich Buxtehude, aceptó a Johann S. Bach como discípulo, pero le puso como condición, casarse con su hija Margreta. Mucho era el amor de Bach por el órgano y mucha su admiración por el profe … pero la tal Margreta era una solterona sin perspectiva de casarse … tenía ya 30 años !
Contrario a lo que podrían suponer nuestros lectores, bue … más bien lectoras, Cristian Mamey era un exitoso y joven empresario …
Y llegó el día de los días, sí señor, creíamos que no iba a pasar nunca, pero llegamos al fin del mundo y el juicio final tiene lugar en nuestro país..
- Mire Don Rú - me dijo aquella señora de incipiente y bella barriguita que dejaba notar un evidente embarazo – usted que escribe de cosas tan diversas y diferentes como los diputados de la Asamblea y los “Titanes en el Ring” …