Los aplausos sirven, por lo general, para destacar o festejar alguna destreza, éxito, chiste, cumpleaños o cualquier tonterìa que alegre a la gente. A veces también se aplaude por mero protocolo, sin mucho componente emocional.
Con motivo de mi conocida arrogancia, prepotencia, alta estima de mí mismo y presto a acercarme a los cuarenta y cinco años, poseedor de todo el dinero y los recursos que se necesitaban, decidí perpetuarme, darme continuidad inmortal y crear (o sea no crearlo yo, sino que darle a un grupo tecnológico importante y avanzado) la tarea de crear otro yo.
No me explico por qué me enamoro con tanta facilidad, las mujeres de las que me enamoro suelen ser tan poco atractivas, que no podemos hablar de que sea un “atractivo físico” o “un amor a primera vista”
El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso del amor que se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sintiéndolas y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar ...