Desde hace una semana que vengo con una duda que me carcome los intestinos. Pero hubo tanto ir y venir con el tema de las lluvias, la Independencia que celebramos desde hace 201 años pero que no era tal, y ésta que lo es aún menos, la crisis del Firpo que ya estaba cantada, que recién ahora puedo sentarme otra vez en casa y mirar a mi alrededor.
Somos los tristes escombros que dejó el alud
despojos de lo que fuimos
y quizás nunca
volveremos a ser
Acabo de denunciar en el Departamento de Convivencia de la Procuraduría, a Doña Glide, que vive al lado de mi casa y tiene Alzheimer y le ha agarrado por escupir a la gente que pasa por la acera , desde la ventana.
Para conocer un poco más de este detectivesco personaje de mi invención, es bueno leer “Johnny Acetileno” http://danielrucks.com/~danielru/index.php/cuento-breve/1386-johnny-acetileno en este mismo blog.
Una semana … me escribió, una especie de nota de ultimátum … una semana y ni siquiera un día más, ni una palabra más … es lo que me da de tiempo … para rescatar nuestro amor.
A la luna le gusta cantar
cuando todos nos dormimos ...
Harto, yo que nada tuve nunca
Y sin embargo pretendo tenerlo todo siempre
parece que perdí algo
Se acabó el “no estoy para nadie”, “no me pasen llamadas”, “no estoy”, se acabó tu individualidad …
Por motivos de mi conocida arrogancia, prepotencia, alta estima de mí mismo y presto a acercarme a los cincuenta años, poseedor de todo el dinero y los recursos que se necesitaban, decidí perpetuarme, darme continuidad inmortal y crear (o sea no crearlo yo, sino que darle a un grupo tecnológico importante y avanzado) la tarea de crear otro yo.
Mientras Hamparzún (Karadayiján) transformado a Karadagián, un joven armenio con buen capital, producto de los negocios cárnicos de su padre, huía de Armenia a Buenos Aires en la Primera Guerra, Paulina Fernández, sevillana y de peor suerte en cuanto a fortuna era enviada a la misma ciudad en los albores de la revuelta civil española …