Nunca más, nunca … contamos los días para cerrar los años más tristes de la historia política del país, no podemos reclamar nada, nosotros salvadoreños, nosotros mismos con nuestros votos, los pusimos ahí, pero aprendamos de los errores … nunca más, nunca.
Mirá que te estoy queriendo, mirá que te estoy amando, y justo, ahora me venís a hacer esto a mi … como pudiste, como se te ocurre ? De donde sale esta maldita tendencia a lastimar siempre a quien más queremos ?
(Historia tomada de la vida real, sucedió en enero 2014, en una ciudad pequeña de algún país centroamericano).
Le pasamos echando a la culpa al 2020, por el Covid19, las muertes, la proliferación de los caprichos políticos, no como estrategia sino por ignorancia, aunque tendemos a olvidar que los países que tomaron iniciativas al respecto ( que fueron más buxos, pues) terminaron el 2020 ya vacunando …
El principal obstáculo a vencer, para nosotros salvadoreños, si queremos realmente solucionar los problemas del país, es tan solo uno: la total falta de identidad.
He preguntado, interrogado, pediatras, neonatólogos, docentes, pedagogos, como logran nuestros hijos, encontrar el momento oportuno de irnos a dormir (ya cansado después de horas de trabajo) para hacer la pregunta más difícil del día …