En cada década de la política salvadoreña , hemos tenido un político acémila (mula, bestia de carga aka. Persona burda y ruda carente de educación) que ha marcado épocas.
Hoy mi cerebro tiene día libre, ya ratos que lo andaba mereciendo...
no tolero nada, ni siquiera estar conmigo, se han declarado en huelga mis sentidos
… se vale llorar, que llorar también es de hombres. De hombres, mujeres, niños y niñas que lloraron el domingo en el Sergio Torres, unos por los gases lacrimógenos, otros por que entendían que una ilusión se había roto … parcialmente.
Esta es una historia muy limpia, pero bastante resbaladiza …
Don Salvador País era finquero en pequeño, ni tan finca, chacra, 21 hectáreas de lo que había recibido de su abuelo Don Orgullo Nacional País y su abuela Doña Democracia, pero las diferentes circunstancias del país, Reforma Agraria, FINATA, medianeros, vuelta a adquirir sus propiedades, solo le dio chance de comprar una parcela … 21 hectáreas, superpobladas, pero suyas ..al fin.
A las orillas del Rhin se encuentra el castillo de Heidelberg, en ruinas desde hace años y que más parece una obra oficial encomendada al cuidado de algún instituto salvadoreño.