Leyendo los periódicos, me enteré hace días que falleció el padre de un muy buen amigo de los tiempos de escuela primaria, por ahí me lo encontraba cada dos por tres y siempre era un festejo. Resolví pasar por la funeraria que anunciaba la necrológica a darle un respetuoso abrazo.
Así como la coronación de un montañista, debe ser sin lugar a dudas alcanzar el Everest; la de un nadador cruzar el Canal de la Mancha; la de un pintor o arista de artes plásticas, exhibir en el Louvre …
Y no era linda, o sea, no era una belleza, sino más bien todo lo contrario, con sus gafas gruesas y su cuerpo tan delgado y frágil no llamaba la atención de sus compañeros de universidad a su alrededor.
"La presencia del ombligo en los seres humanos, nos permite saber que no vivimos habiendo nacido de un huevo, por el contrario, nacemos para vivir en un huevo" (Filósofo Usuluteco anónimo)
Hemos logrado descalificar la efectividad de horóscopos y Magos Merlines, Adivinos y adivinadores, encuestadores políticos y meteorólogos, Walteres Mercados y Araujos … el destino de un ser humano lo define la forma de el ombligo !
El presente reportaje, acerca de la emancipación de Anastasio Aquino, sigue el ciclo que se inicia con “Vida y muerte de Oscar Quiteño” , en este mismo blog, y nos trae a colación, una de las historias más impactantes de las emancipaciones populares en El Salvador.
No, no es que me haya equivocado de refrán, es simple, triste y contundente, en nuestro país el que a hierro mata… cuchillo de palo.