La sociedad, la nuestra, está enferma, no de muerte, pero enferma; la mayoría de las personas jóvenes y no tan jóvenes con las que he hablado últimamente parecen haber renunciado a la vida.
Durante la última década, Silicon Valley ha aprendido que las noticias son un negocio complicado, costoso y de bajo margen, del tipo que, si no se tiene cuidado, puede convertir a un CEO tímido en un villano internacional y hacer que lo arrastren ante el Congreso.


Parece mentira, amanece el 2024, y en un año más habremos alcanzado el primer cuarto de este nuevo siglo ..

Porque somos chambrosos, chocarreros, nos encanta el chicle, somos sabelotodos pero solucionalonada, viejas y viejos fresqueres, mercaderes de la información ….


Y viene la oscuridad y te aplasta, nefasta, vasta, basta! y te reduce a categoría de lastra

” Lo sucedido es un aviso. Olvidarlo es un delito. Fue posible que todo eso sucediera y sigue siendo posible que, en cualquier momento, vuelva a suceder”. Karl Theodor Jaspers
Supe la historia, de esta abuela …abuelita de 89 años, que alcancé a conocer en algún país del sur.

Una nueva entrega de aforismos del profesor Isidro Cañenguez, ha llegado a mis manos, el Profe (el bueno, no el otro) que me enseñó Filosofía e Historia en Bachillerato, ha publicado otros posts en este blog y nos aconsejaba sobre la vida en los entretiempos de los partidos de fútbol, me hizo llegar sus manuscritos.
Algunos, muy interesantes, todos, aplicados a sobrevivir en estos convulsionados días en que los políticos nos meten – una vez más – la mano en la bolsa: