“Sacame de esto Chele, sacame – me dijo con su rostro ya desfigurado aquel amigo – sácame de esto y salvame, estoy podrido por dentro, tengo el cuerpo lleno del más letal de todos los venenos”.
Este amigo de otras épocas había caído en drogas, y su familia, por mi organización y ejecución de las cinco caminatas antidrogas de lado a lado de El Salvador, creyó que si hablaba con él, lo podía sacar del problema, básicamente, se habían dado por vencidos y se aferraban a cualquier cosa. Hablé con él, ratos largos, dejó de consumir dos días, recayó, murió al poco tiempo, de herencia me dejó la frase ...la droga, el más letal de todos los venenos.
Hay una verdad irrefutable: la droga tiene un poder destructivo feroz. Es una bomba de fragmentación en el corazón de cualquier persona, pero ahora, la cuestión ha cambiado desde aquella época de finales de los ochenta, noventas … el más letal de todos los venenos es también una bomba de fragmentación en el corazón de cualquier país.
Es el peor veneno que puede circular por las venas abiertas de una sociedad. Quema las cabezas de los más pobres que consumen crack como un viaje de ida al delito, sin viaje de vuelta a la normalidad y al decoro porque consume voluntades, y conduce a la degradación de los salvadoreños como personas.
Prostituye las relaciones económicas de los sectores de mayores recursos que utilizan la cocaína para evadirse y el lavado de dinero para evadir. Les otorga a los narcotraficantes un poder fenomenal para corromper políticos, jueces y policías. Es cuando el crimen se convierte en organizado y cuando las muertes empiezan a multiplicarse.
Unir a todos los salvadoreños detrás del combate integral contra el consumo y el tráfico de drogas podría ser una maravillosa epopeya de todos sin distinción de camisetas partidarias. Extirpar la droga y a los jefes criminales que la manejan va a hacer más libres y más sanos a nuestros hijos y más transparente a nuestra putrefacta sociedad. No parece que los gobiernos se lo tomen como una verdadera política de estado. Y lo digo por todos los gobiernos, el de ahora, los anteriores, … quien sabe si los que vienen tampoco.
Porque mueve plata, y la plata compra cualquier voluntad, cualquier cuerpo policial, cualquier juez, cualquier jueza, cualquier gobierno.
No existe suficiente conciencia de la magnitud del enemigo. "Es un monstruo grande y pisa fuerte", como cantaba Leon Gieco. Y por eso debemos pedirle a Dios que no nos sea indiferente. No estamos las familias Salvadoreñas ni las autoridades y mucho menos nuestro gabinete de Seguridad alertas, movilizados, conscientes, cultos y preparados para luchar contra la droga que es la principal dinamita de la convivencia pacífica y los lazos solidarios.
Hay que atacar a fondo y con la fuerza de todos. Empezar por los jefes, por supuesto, no por los tres distribuidores de crack que agarran y hacen una gran parafernalia mediática al respecto.
Apuntar a encarcelar a los que lucran con la miseria ajena y la salud de la población. Algo estamos haciendo mal. Tenemos la guardia baja. Estamos mirando para otro lado. Si no las cifras no serían tan alarmantes. Hay complicidades que castigar y una conciencia que fomentar.
Cómo es posible que solo durante el año pasado hayan pasado por nuestra bendita Patria más de 200 toneladas de cocaína, amapola (material básico para heroína) y afines en un año? Escuchó bien? 200 toneladas del más letal de todos los venenos que se transporta en barco, mulas, camiones o en aviones a través de nuestro paisito al año. Durante un tiempo nos dormimos en los laureles de que éramos un país de tránsito y de que aquí ni se fabricaba ni se consumía demasiado. Eso ya es el pasado.
La cantidad de cocaína que logra capturar el aparataje de Seguridad de nuestro país va en bajada, en el 2017 se incautaron 4074 kgs de cocaína en el país, en el 2019, solo 394 kgs, menos de la décima parte … todos sabemos, que los narcos mandan cargamentos Chiquitos o señuelos a través de las fronteras (El Amatillo, por ejemplo) para que los capturen, mientras distrayendo la atención, los cargamentos grandes, pasan de largo.
(Fuente del estudio "Cocaine Everywhere All at Once: How Drug Production Is Spreading Into Central America, Europe, and Beyond" www.occrp.org)
Como se soluciona ? Mas radares, más controles, coordinación entre policías y fiscales, jueces expertos y honestos, ministros de Salud, Seguridad y de Defensa que trabajen juntos y una sociedad participando en todo lo que pueda.
Hay un ejército de fantasmas degradados por la marginalidad y el maldito crack que forman 12 mil hermanos. ¿Escuchó bien? 12 mil compatriotas casi todos pobres de la más abyecta pobreza y casi todos jóvenes, que están fabricando su propia muerte con esas pipas asesinas. El humo les tritura las neuronas.
En seis meses se convierten en monstruos con un lejano parecido a los seres humanos. Es un genocidio silencioso. Un crimen de lesa humanidad. Ojalá estos gritos no queden en el desierto. Ojalá estas plegarias sean atendidas. Para que cada día haya menos droga y menos drogadictos en nuestro país. Para que abandonemos semejante oscuridad. Antes de que sea demasiado tarde para lágrimas.
Porque una cuestión es clara, a El Salvador, compatriotas, o lo sacamos del hoyo entre todos o nos hundimos con él.
Tengo una patética e insoportable ansiedad.
Resulta que una tal AAPA (Asociación Americana de Psicología del Amor) se ha despachado con un estudio, hecho sobre la conducta emotiva o emocional de 24450 alemanes y alemanas (que viva la Pignato alemana carajo!!) sobre el amor …
En estos días de cambios temperamentales del clima, llueve a veces, hace calor siempre … en estos días de enriquecimiento de los laboratorios fabricantes de antigripales, es bueno echar un vistazo a nuestra mejor maestra, la Historia, acerca de todas las repercusiones y vaivenes que el estornudo ha tenido a través de los tiempos… para qué?