Él era un hombre sencillo llamado Sebastián, si nos ponemos a revisar las estadísticas no pasaba de ser un número más … bah! como lo somos todos.
Se despertó muy rápido el sonido de una alarma la había sorprendido, estiró los brazos y un bostezo prolongado salió de su boca, con el brazo izquierdo estirado sintió algo duro a la par suya, palpó con la mano hasta tocarlo de nuevo, se dio vuelta y dijo:
No te rompas, no te esfuerces, de nada sirve dar el alma y soltar lágrimas, ahora que todo se ha diluído
Hoy recibí carta de Enrique, se acuerdan del seco aquel, portero del equipo de fútbol? Compañero de horas muertas, de escuela y estudios que tuvo que marcharse lejos por aquello de "la situación".
Sentir el deseo de tu piel
desnudándome con tu mirada
El Sr. Fulano De Tal regresó de su viaje por Europa y abrazó fuerte muy fuerte a su mujer (la Sra. De Tal) de hecho, la había extrañado muchísimo…
El dato fue alarmante, lamentablemente cuando el Dr. Augusto Stownitz, en su laboratorio experimental de Richmond, Virginia, descubrió el número fatídico ya era bastante tarde ... Sin embargo, era cierto ...
Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.
Después de un día agitado en la universidad, me subí a mi cacharrito de cuatro ruedas sin saber muy bien a donde ir, era muy tarde para seguir en la Universidad, y muy temprano para irme a casa, platicar con mis padres, cenar, ver TV, y dormirme a las 10 00 pm.
Llegamos, llegué, llegaste tarde a una vida que era única y exclusivamente nuestra ...
Porque fuimos creados, creado, creada para pertenecernos y nunca para ignorarnos que es una manera muy dolorosa de pertenecerse.