Fue esa época cuando la Sociedad Mundial de las Naciones ya no nos aguantó más, ya nos habían advertido una vez … “si siguen con esas chanchadas, corrupción generalizada, a la papa la papa …, megáfonos, inseguridad, escándalos y cortinas de humo se me van mucho … fuera del planeta”.
No sé si es pila mía, o si le pasa a algunos más, pero el entusiasmo del viaje, de salir de la Patria, de ir a conocer el mundo, me alegra un rato … y después me llega el bajón …
Buenas tardes Mariela, cómo estás? Sé que no nos conocemos mucho, solo de vista … no esperaba que asistieras a la cita, pero es lindo encontrarte acá. Me alegra que hayas venido. Siempre tuve...una cierta atracción por vos.
Tengo, un grave problema, hablo dormido … cuando al cumplir 10 años de matrimonio, decidí serle infiel a mi mujer, traté de organizar cada detalle … pero que pasaba si dormido pronunciaba el nombre de mi amante y no el de mi mujer en sueños ?
Estudios avanzados de estupidología nacional (Ciencia que no existe, pero debería) han notado un incremento sustancial de casos de contagio al cotejar el año 1965 con los de medio siglo después
Cualquier parecido al pánico es pura coincidencia, vivimos (los varones) desde que nacemos en un conteo regresivo hasta los 40 … y a los 40 …
Ya habíamos tratado en “El lado pérfido de Caperucita Roja” http://www.danielrucks.com/index.php/9-maneras/363-el-lado-perfido-de-caperucita-roja las conclusiones del seminario “Sociedad y cuentos de hadas” de la Universidad de Princeton.
El dueño de la calle (Parada, Agustín Marcelo) terminó de sacar el papelito del bols y le tocò el “1” o sea, iba de primero, rompiendo camino con la Suburban Negra, blindada, sin placas, una de las cuatro que integraban la “caravana de la muerte” del Funcionario.
Seamos sensatos! No le podemos echar toda la culpa de las perversiones sexuales del planeta al Internet y sus páginas porno, porque mucho antes del nacimiento del Internet, pervertidos y pervertidores, de sábana bastante inquieta … ya existían.
No pretendo ser crítico cinematográfico, nada más alejado de eso, voy una o dos veces al cine al año, si la película me llama la atención, si no, eso de pasarme dos horas sentado viendo una enorme pantallota me suena a pérdida de tiempo …