Es la pregunta del momento. Todo el país se la hace. Pueden los hechores de barbaries en épocas de Guerra Civil Salvadoreña ir presos? Pueden los que se apropiaron o mal usaron fondos del Estado ir a parar tras las rejas?
Por qué se pierden papeles sobre temas trascendentales de Casa Presidencial? Los de las “Caravanas de la Muerte” y los viajes de “aquel que te conté”? Por qué siguen imponiendo nuevos y nuevos impuestos, veintidós a la fecha, pero no presentan planes de gastos ni inversión ? Y si los hay .. porque no tenemos acceso a ellos?
Cuando el Foro de Sao Paulo se inauguró en 1990, se puede decir que tenía algún sentido…reorganizar a las facciones de izquierda latinoamericanas ante el planteo de la caída del Muro de Berlín …
Como todo el mundo sabe, la inflación, las tasas de homicidio o desempleo real son datos que en El Salvador hace años se desconocen por completo. Probablemente porque los manejan los mimos bestias que escriben “botan” cuando hablan de “votar”, a la usanza del muy viral tweet del Diputado Grande.
Padre
Era medio dictatorial ser padre! Hace un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento como si no fuera dictamen de Dios, sino reglamento de la FIFA.
La Patria se deshace en chirajos, cada uno se queda con su retazo, ordeñan la vaca hasta vaciarla de leche y luego nuestros “muy intelectuales políticos” pregonan: “No soy culpable, esto es solo persecución política.”
Tener amigos … es una gran onda! Nadie lo niega, ni el hombre ni la mujer nacieron para estar solos …
En los siglos pasados, muchos países han reivindicado ciertos platos y alimentos como auténticamente suyos. Por ejemplo, cuando pensamos en tacos nos viene a la mente México … y estamos en lo correcto, desde períodos prehispánicos, los comían como tal, para obviar el uso de cubiertos …
Es un mal hábito nacional, cada vez más arraigado, cada vez más de moda, criticar al otro … siempre al otro, nosotros, yo (en primera persona) … jamás tengo culpa de nada!
Augusto nació bajo el nombre de Cayo Octavius Thurinus el 23 de septiembre de 63 a.C Octavio fue adoptado por su tío abuelo Julio César en el 44 a. C. y luego tomó el nombre de Cayo Julio César.